19 diciembre 2023

Plaza del Espíritu Santo. Vegueta.

 XLIII

 Dejé la luz a un lado, y en el borde de la revuelta me senté, 

mudo, sombrío, la pupila inmóvil clavada en la pared.

¿Qué tiempo estuve así? No sé; al dejarme 

la embriaguez horrible de dolor, 

expiraba la luz y en mis balcones reía el sol.

Ni sé tampoco en tan terribles horas 

en qué pensaba o qué pasó por mí;

sólo recuerdo que lloré y maldije, y que en aquella noche envejecí.

 

Gustavo Adolfo Becquer 


 

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