Me hiciste entender que no era mi placer, ni el tuyo. Que no se trataba de tu mirada o tu sonrisa, siquiera la mía. Que ni de noches, ni alegrías, ni de llantos, ni mentiras. Me hiciste entender... que esta vida, contigo o si tí, se trata siempre de sentir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario