LLega un momento en nuestra vida amorosa en el que nos acomodamos. Creeremos que aquello que vivimos al empezar: la pasión en la conquista, el tratar de enamorar a cada rato, disfrutar de mil cosas, querer estar siempre juntos... fué bastante para enamorar. Poco a poco queremos y amamos pero nos vamos olvidando de cuando nos llenábamos de regalos y detalles, de cuando disfrutábamos de todo juntos, de la pasión con la que hacíamos todo. Y llega un momento en que creemos que ya hemos hecho suficiente, pero amamos mucho y queremos mucho, aunque ya no hay detalles, no hacemos casi nada juntos, ya no hay sorpresas, no buscamos cosas nuevas, no proyectamos , pues vivimos anclado en el presente y nos acomodamos. Y entramos en una rutina continúa, alcanzando incluso la monotonía, aunque amamos y queremos... ya nada es lo mismo.
Quienes consigan enamorarse cada mañana y quererse cada día más, consiguiendo vivir un eterno "principio" habrán conseguido la dicha del amor.
Inspirado en el libro "El Zahír" de Paulo Coelho
Quienes consigan enamorarse cada mañana y quererse cada día más, consiguiendo vivir un eterno "principio" habrán conseguido la dicha del amor.
Inspirado en el libro "El Zahír" de Paulo Coelho
No hay comentarios:
Publicar un comentario